14 DE AGOSTO DEL 2012
·       ME NIEGO
A CREER 
Que Satanás se saldrá con la suya, que mi vida estará en una continua
dependencia de lo que dicen de mí que no hay salvación de Dios para mi, que la
esperanza no será mi aliada y que mis enemigos cantarán victoria sobre mi
cabeza, que no veré la bondad de Dios en la tierra de los vivientes,  no es cierto y no acepto esta mentira,  engaño usado para desestabilizar mi fe,
porque Dios peleará por mí y su venganza vendrá sobre mis enemigos.
·       ME NIEGO
A CREER 
Que envejeceré sin haber logrado el propósito de Dios, ni terminaré mi carrera
con gozo, porque sobre mí, hay muchas promesas poderosas, como que Dios
suplirá, restaurará y me dará nuevas fuerzas, e irá delante de mí, su misericordia
será mayor que su silencio, y por  esta
verdad, declaro que mi nombre será mencionado muy pronto y será como terror y
espanto a los que me aborrecen y no desean mi bien.
·       ME NIEGO
A CREER 
Que viviré toda mi vida en escases, miseria y necesidades, con el deseo frustrado
de vivir bien, sin alcanzar mis sueños y los de mi familia, se que llegarán así
como en los días de Elías, de abrir los cielos para que venga la lluvia, los
días de Moisés de levantar la vara para pasar a otro nivel, los días de Abraham
de Salir de Ur de los Caldeos para ser bendecido y ser padre de generaciones,
los días de Ester que se levantó de la pobreza para obtener un lugar en el
reino, los días de Ezequiel donde los huesos de los muertos cobraron vida, me amparo
en esta verdad y nadie me moverá de ella.
·       ME NIEGO
A CREER 
Que Satanás destruya a mi familia, sacando a mis hijos al destierro y al
degolladero, hacer que perdamos la unidad familiar y el vínculo que nos tiene
unido al Dios Eterno, públicamente hago esta negación por esta promesa que dice “En aquel tiempo, dice el Señor, el Santo de Israel, yo
seré por Dios a todas las familias de mi pueblo, y ellas me serán a mí por
pueblo”. Creo en la verdad que dice el Señor y se manifestó a mí hace ya
mucho tiempo, diciendo: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué
mi misericordia.” 
·       ME NIEGO
A CREER 
Que el sol no brillará sobre mí con una luz de esperanza, que todo esté
perdido y que no vale la pena luchar y seguir adelante.  Seguramente hay
días que son más complicados que otros, e inclusive, obtendré resultados que me
harán dudar si vale la pena seguir adelante. Pero siempre puede más la fe., la
esperanza, y la confianza en Dios.  Es  allí cuando el bien y la misericordia me
inspiran y me impactan.  Me presentaré delante
de cualquier gigante y cambiaré de parecer de lo que creía algo imposible de
realizar, así superaré cualquier paradigma y  lograré el sueño de Dios. 
·       ME NIEGO
A CREER 
Que faraón me tendrá
esclavo por más tiempo, porque mi libertador ya llegó me sacó a un lugar
espacio, de deleite y abundancia porque se acordó e mi y puso en mi boca cántico
nuevo, por esta verdad confieso que nunca más seré esclavo de los hombres, del
temor, de las deudas, de la enfermedad,  y  de
todo lo negativo que invade mi alma, saldré adelante con la ayuda del Señor,
porque de Él vienen mis bendiciones.
·       ME NIEGO
A CREER 
Que todo en mi vida será igual,  arrastrando herencias de maldición,
debilidades de mi alma, múltiples caídas, miles de necesidades de toda índole, declaro
que eso cambiará a partir de este momento, no hablarán mas diciendo que El
Eterno me ha dejado para siempre, y que borró todas sus piedades  creo en la verdad de esta palabra “Yo el Señor te he
llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por
pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los
ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los
que moran en tinieblas.”   Isaías 42
·       ME NIEGO
A CREER 
Que soy alfombra de todo el mundo, el hazme reír de todos, de los
hombres. el mi Cristo exalto mi vida y llenó mi alma de honor cuando se refirió
a mi diciendo: “Mas vosotros sois linaje escogido,
real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis
las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable, y sobre
todo  lo necio del mundo escogió
Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios,
y lo que no es, para deshacer lo que es. 
·          ME NIEGO A CREER 
Que seré una víctima más del temor, tomaré todas las herramientas de
Dios para estar firme, tomaré fuerza para Identificar el problema y darle inmediata solución.  Tendré determinación para tomar decisiones correctas en las
circunstancias más difíciles.  Tomaré
cada asignación de recursos divinos sobre las
cosas grandes y pequeñas que me sucedan. Tendré sabiduría cuando elija entre
las alternativas para tomar cada promesa de Dios y aplicarlas correctamente en
cada situación. Analizaré cada una de mis
debilidades y fortalezas para estar firme en el día del conflicto. Evaluaré  cada
decisión que tome y pediré dirección de Dios. Porque en el amor no hay
temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en
sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
·          ME NIEGO A CREER 
Que viviré toda mi vida
sujeto a una enfermedad, dependiendo de los médicos sus tratamientos y
medicinas. No compartiré mi cuerpo con ninguna enfermedad, soy sano, soy
saludable, soy lleno de calidad de vida, por esta verdad reprendo al ángel de
la muerte y le anuncio su derrota cuando le arrebataron la llave de la vida y
la muerte, viviré para contarles a mis generaciones quien es Dios y los
prodigios y maravillas que ha hecho en su pueblos, pues seré testigo fiel de lo
que ha hecho en mi vida.
·       
ME NIEGO A CREER
Que mis labios se cerrarán para no seguir bendiciendo y decretando sobre
todas las naciones de la tierra, las grandes maravillas de su nombre por lo
tanto hoy: 
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Yo
  decreto que Dios entra a mi corazón y que el temor nunca más vivirá en mí,
  será perpetuado su nombre para siempre en mí. 
Yo
  decreto que de hoy en adelante voy a vivir feliz y procuraré la felicidad de
  los demás, libre de guerra, rencor y amenazas de mis enemigos. 
Yo
  decreto que actuaré siempre con entusiasmo y motivación para poder así lograr
  mis objetivos  y todos los días de mi
  vida daré en el blanco y tendré la victoria. 
Yo
  decreto que mi hogar y familia están exentos de toda acechanza de maldad, de
  todo espíritu de separación, de toda pérdida, de toda falta de fe, que juntos
  somos poderosos y saldremos triunfantes 
  de toda situación adversa.  Decreto que  mi casa está en las manos de Dios y que nada
  ni nadie podrá destruirla, ni robarla, ni saquearla. 
Yo
  decreto hoy que en mi vida solo serán bienvenidos los pensamientos positivos
  que me ayudarán a crecer como persona. 
Yo
  decreto hoy que seré bendecido con una buena salud la cual me permitirá
  trabajar y poder alcanzar mis más anhelados sueños. 
Yo
  decreto que a partir de hoy triunfaré en cada uno de los negocios que me
  disponga a realizar, tendré muchas oportunidades, los clientes me llamarán,
  me buscarán, se me abrirán muchas puertas y abundarán las ideas y los
  cierres,  declaro que serán fáciles de
  llevar y que en cada uno de ellos ganaré medida buena, apretada, remecida,
  abundante. 
Yo
  decreto que soy un ser inteligente, creativo y organizado, conocedor y capaz
  de lograr todo lo que me proponga. 
Yo
  decreto que soy el único responsable de las todas las decisiones que tome en
  mi vida y que depende de mí encontrar el éxito por lo que me esforzaré y Dios
  respaldará mis pasos y me llevará de victoria en victoria. 
Yo
  decreto que me acepto tal como soy, ya que soy un hijo de Dios  y que me siento totalmente agradecido por
  cada una de las cualidades que el Señor me ha dado, las cuales pongo a
  disposición y servicio de Dios y de los hermanos en Cristo. 
Yo
  decreto que hoy voy a ser más humilde y perdonaré a los que de una u otra
  manera me han dañado,  a todos aquellos
  que me envidian y tienen malos sentimientos para mí, los bendigo y le pido a
  Dios que cambie sus corazones y tenga la oportunidad de servirlos y así pueda
  yo reflejar a Jesús. 
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“No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”
ResponderEliminarJueves 16/8/2012
Evangelio según San Mateo 18,21-35.19, 1.
Entonces se adelantó Pedro y le dijo: "Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?".
Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores.
Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.
Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda.
El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Señor, dame un plazo y te pagaré todo".
El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda.
Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: 'Págame lo que me debes'.
El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: 'Dame un plazo y te pagaré la deuda'.
Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor.
Este lo mandó llamar y le dijo: '¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda.
¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?'.
E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía.
Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos".
Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Galilea y fue al territorio de Judea, más allá del Jordán.