26 de Junio 2012
EL
DOLOR, EL SUFRIMIENTO Y LA PRUEBA
DECRETO
Bajo la autoridad y la gloria de Dios que habita en mí, que tomaré el
dolor y el sufrimiento y haré de ellos mis aliados y un apoyo por la riqueza
que se esconde en ellos. El dolor nos protege, avisándonos que hay algo que urge
arreglar o sanar. Nos avisa de ciertas sensaciones molestas, y nos ponen en
guardia para que nos defendamos cuando algo perjudicial amenaza nuestro organismo.
El sufrimiento nos curte, nos forja, eleva nuestro espíritu y nos madura, nos sensibiliza
para comprender mejor el dolor ajeno, para solidarizarse con él y proporcionar
ayuda recíproca. El dolor nos da una idea más objetiva de la realidad de la
vida, nos descubre la mentira de muchas apariencias, nos sitúa en la verdad,
nos ahorra muchos desengaños.nos recuerda la transitoriedad de todo y la
limitación humana. Nos hacen reconocer que no somos dioses; que necesitamos de
Dios y que sería gran torpeza querer cortar toda referencia a él. Nos enseña que la felicidad plena no se da en esta vida
temporal. Nos purifica el corazón de afectos desordenados hacia las cosas y nos
lleva a servimos de ellas con señorío cristiano, sin convertirlas en nuestros
fines supremos y el centro de nuestra vida. Nos
enriquece y hace crecer espiritualmente. Nos recuerda que es uno de los
leguajes de Dios, el camino obligado
para la perfección y salvación, al igual que el medio que nos conduce a la
configuración y orden en cada paso de
nuestra vida y con su fuerza el Padre usa el dolor y el sufrimiento, para hacernos
apóstoles y colaboradores eficaces de Cristo en la implantación de su Reino.
DECRETO
Sobre los problemas que
llamamos “gigantes”, que no son más que un
pensamiento negativo, que han llegado a mi mente y que en realidad, Cristo que
habita en mi saldrá como poderoso guerreo para destruirlos y enseñarme que no
tengo problemas, sino miles de oportunidades para arreglar mi vida, pelear mis
batallas, fortalecerme en Dios y atraer los milagros a mí como lluvia tardía,
en estos momentos, declaro que mi espíritu está
abierto, con la facultad de conocer, comprender, responder de la mejor manera a las
exigencias que nos presenta el mundo, para reflexionar, cavilar, examinar,
revisar, acumular datos, conocer significados,
y para no tomar decisiones rápidas ni confusas en los distintos problemas
que afronte a lo largo de mi vida.
DECRETO
Que no le temeré a las pruebas cuando lleguen a mi vida porque la prueba de nuestra fe
produce paciencia., miraré su lado positivo cuando venga con la intención de forjar mi fe,
el amor, la gracia, la perseverancia de mi alma, entenderé cual debe ser mi
posición, y es de estar en sumo gozo porque son inevitables. No me sorprenderé del fuego, que en cualquier
tiempo de mi vida llegue, como, pido al padre que tome el control de la palabra
"diversas"; porque
significa que las pruebas pueden ser de todo tipo y tamaño, de salud personal,
algún ser querido, de carácter económico, de trabajo, con mis hijos, de relaciones
familiares, relaciones interpersonales o
de nuestro desarrollo, o de carácter espiritual. Envía tu guía sobre mí para
conocer la trayectoria de la prueba y
estar quieto en el día de la angustia declaro que con honor me graduaré, pero antes de que pueda hacerlo, necesito perdonar
cada molestia y ofensa y comenzar a verlas como exámenes diseñados
especialmente por Dios para fortalecer mi fe:
En vez de considerar a las pruebas como enemigas, debo verlas como
instrumentos que Dios manda para producir los resultados necesarios que me
hagan crecer espiritualmente y que me den
la victoria sobre cada una de ellas.
DECRETO
La anulación total de
toda ignorancia, incapacidad de comprensión, para entender el manejo del dolor,
los sufrimiento, y las pruebas, tendré la mente positiva, renovada que sea conforme
a la voluntad de Cristo, porque es el arte del pensamiento, desarrollado en
todas sus capacidades y el desempeño gradual de aptitudes y habilidades. Que le
permiten al hijo de Dios responder ante las diferentes situaciones que se le
presentan en la vida. Capacidad personal de los procesos del alma para
adaptarse a situaciones o nuevas demandas producidas por el medio en que se
desenvuelve el hombre de fe, para adaptarnos rápidamente utilizando los
recursos divinos disponibles, ya sean del ambiente externo o recursos internos
según el poder que actúa en nosotros. No desmayemos, porque Dios nos ha dado la capacidad para
adecuarnos a situaciones nuevas, capacidad para aprender o comprender olvidando
el pasado y tomando el presente como un puente que nos conecta con el futuro.
Suele hacer hincapié en las habilidades y aptitudes para manejar situaciones
concretas y para beneficiarnos favorablemente de la experiencia que viviremos
en el proceso de nuestra vida
DECRETO
Que miraré el lado positivo del fracaso,
y lo
veré como una fortaleza, ya que:
Fracaso
no significa que somos unos fracasados, significa
que todavía no hemos tenido éxito.
Fracaso no significa que no hemos logrado nada, significa que hemos aprendido
algo en la vida.
Fracaso no significa que hemos actuado como necios, significa que hemos tenido
mucha fe.
Fracaso no significa que hemos sufrido el descredito, significa que estuvimos
dispuestos a probar.
Fracaso no significa falta de capacidad, significa que debemos hacer las cosas
de distinta manera.
Fracaso no significa que somos inferiores, significa que no somos perfectos.
Fracaso no significa que hemos perdido nuestra vida, significa que tenemos
buenas razones para empezar de nuevo.
Fracaso no significa que debemos echarnos atrás, significa que tenemos que
luchar con mayor ahínco.
Fracaso
no significa que jamás lograremos nuestras metas, significa que tardaremos un
poco más en alcanzarlas.
Fracaso
no significa que Dios nos ha abandonado, significa que Dios tiene una idea mejor!
DECRETO
Que miraré el lado
positivo de las pruebas y no daré despropósito a Dios cuando Él decida tratar
conmigo “En lo cual vosotros os alegráis, aunque
ahora por un poco de tiempo, si es Necesario, tengáis que ser afligidos en
diversas pruebas, para que sometida a
prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque Perecedero se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra Cuando sea
manifestado Jesucristo” 1 Pedro 1:6-7
Definitivamente las pruebas son parte de la vida. Ningún ser
humano está exento de experimentarlas. Y aunque son así de populares, no
lo son porque tengan el voto de nuestro agrado, pero forjan nuestro carácter...
Las pruebas sacan lo mejor
de ti.
Cuando volvemos a la acción después de una prueba, volvemos mucho mejor, porque ahora estamos libres de lo que nos podría descalificar en el futuro. Nunca olvides que el mejor oro es que ha sido pasado por el fuego para eliminarle las escorias. Después de todo este proceso es cuando somos útiles. Nadie es útil sin proceso.
Cuando volvemos a la acción después de una prueba, volvemos mucho mejor, porque ahora estamos libres de lo que nos podría descalificar en el futuro. Nunca olvides que el mejor oro es que ha sido pasado por el fuego para eliminarle las escorias. Después de todo este proceso es cuando somos útiles. Nadie es útil sin proceso.
Las pruebas sacan lo
mejor de ti
Cuando hemos pasado por diversas pruebas y miramos atrás vemos como hemos cambiado, las pruebas nos han hecho más humildes, más sabios, más pacientes, más considerados, más justos, más entendidos, más cariñosos, más perdonadores, más pacificadores, etc. Lo peor de las pruebas es no aprender de ellas, porque entonces seguirás en ese ciclo hasta que avances al siguiente nivel.
Cuando hemos pasado por diversas pruebas y miramos atrás vemos como hemos cambiado, las pruebas nos han hecho más humildes, más sabios, más pacientes, más considerados, más justos, más entendidos, más cariñosos, más perdonadores, más pacificadores, etc. Lo peor de las pruebas es no aprender de ellas, porque entonces seguirás en ese ciclo hasta que avances al siguiente nivel.
Las pruebas te
perfeccionan internamente.
Las pruebas trabajan tu interior, aunque son como cinceles que golpean tu exterior, estás moldeando tu interior. Es un poderos cincel unido al martillo que nos quita lo que sobra y deja justo lo hermoso, que viene a ser el carácter perfeccionado.
Las pruebas trabajan tu interior, aunque son como cinceles que golpean tu exterior, estás moldeando tu interior. Es un poderos cincel unido al martillo que nos quita lo que sobra y deja justo lo hermoso, que viene a ser el carácter perfeccionado.
Las pruebas te
perfeccionan externamente.
Lo que hicimos mal lo entendemos muy bien por lo que nos dicen los resultados. Y si por no hacer bien las cosas tenemos consecuencias, estas vienen a ser los carísimos seminarios de la vida real, que nos enseñan las claves para no volver por ese camino y cometer los mismos errores con las mismas malas consecuencias.
Lo que hicimos mal lo entendemos muy bien por lo que nos dicen los resultados. Y si por no hacer bien las cosas tenemos consecuencias, estas vienen a ser los carísimos seminarios de la vida real, que nos enseñan las claves para no volver por ese camino y cometer los mismos errores con las mismas malas consecuencias.
Las pruebas te revelan
quiénes son tus amigos.
Las dificultades, los retos, las caídas, los fracasos, los desaciertos, los errores, y todas esas cosas harán que surjan los que te aman y te pueden dar un consejo, los que entienden que ellos mismos no son perfectos y te tratan con compasión, los que no te apuntan con el dedo para decirte cuan bajo has caído, más bien te extienden una mano para lograr sacarte del pozo, o si es que estás en la cumbre del orgullo donde no ves, ellos te irradian luz para que veas que eso no es lo que te conviene, porque te aman, son tus amigos. El que haya un amigo así, ha encontrado a alguien mejor que un hermano.
Las dificultades, los retos, las caídas, los fracasos, los desaciertos, los errores, y todas esas cosas harán que surjan los que te aman y te pueden dar un consejo, los que entienden que ellos mismos no son perfectos y te tratan con compasión, los que no te apuntan con el dedo para decirte cuan bajo has caído, más bien te extienden una mano para lograr sacarte del pozo, o si es que estás en la cumbre del orgullo donde no ves, ellos te irradian luz para que veas que eso no es lo que te conviene, porque te aman, son tus amigos. El que haya un amigo así, ha encontrado a alguien mejor que un hermano.
Las pruebas te revelan
quiénes son tus enemigos.
Y también las pruebas son para otros como la carne que atrae a las aves de rapiña, que después de haber quedado tendido en la vergüenza, en la soledad, en el ridículo por tus errores, ellos se gozan terminando por destriparte. De estos, ¡líbrame Señor!
Y también las pruebas son para otros como la carne que atrae a las aves de rapiña, que después de haber quedado tendido en la vergüenza, en la soledad, en el ridículo por tus errores, ellos se gozan terminando por destriparte. De estos, ¡líbrame Señor!
Las pruebas te
hacen buscar de Dios.
No hay ser humano que cuando ha llegado a tocar fondo, y no vea quien le auxilie, y no vea fuerzas en sus reservas personales, ni ideas que le iluminen el camino, y más bien sienta que la muerte está a las puertas, no tenga aunque sea una mínima esperanza en alguien superior que le socorra. Y si existe, es el Dios creador de los cielos y la tierra manifestado en Jesús, y si te vuelves a Él, Él se vuelve a ti. |
DECRETO
Que sacaré el máximo provecho del día malo, manejaré muy claro en mi
mente que es tan solo por un día porque su favor y su gracia durarán toda la
vida, no negaré que es el momento que estamos en medio de la lucha espiritual,
en el momento que estamos en medio del ataque del enemigo, y aunque tenemos la
victoria en la mano, parece como que estuviéramos derrotados. Las tormentas de
la vida vienen sobre todos los creyentes, cada uno de nosotros las va a
enfrentar, por eso es que debemos estar preparados para la batalla, para
caminar en la victoria que Dios ya nos ha dado por medio de Cristo. “Voy a
vivir, quiero vivir, voy a cumplir mi carrera, completar el número de mis días
y salir completamente sano, seré obediente a su palabra para ponerme toda la
armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo pueda resistir hasta el
fin con firmeza. Mantenerme entero después de haber superado todos los
obstáculos.
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